AMOR AL CAMBIO

amor al cambio

En San Valentín toca hablar de amor así que ¡hablaremos!

Pero me gustaría hablar antes de lo que probablemente hace que estés leyendo esto ahora mismo: el cambio.

Tengo que confesar que, para mí, el cambio es mi zona de confort. Este proyecto y el nombre de este blog y todo lo que vino después se deben a mi decisión de que los cambios, esos que me mantienen despierta y esperando cosas nuevas que descubrir, aprender y conocer; se convirtieran en el motor de ese sentirse completa y bien a todos los niveles que todos buscamos.

He vivido en más de 10 ciudades, en más de 20 casas, he cambiado unas 10 veces de trabajo, he cambiado de profesión radicalmente más de 3 veces y en lo personal he tenido varias parejas y he cambiado mi alimentación y mis hábitos .

Y es que para mí, los cambios no significan inestabilidad sino que veo un letrero luminoso que dice AVENTURA NUEVA y allá que voy como un mosquito a la luz 🙂

Ser buscadoras, no conformarse y perseguir la felicidad allá donde se esconda la de cada una son formas estupendas de cocinar el cambio que queremos. No es fácil dejar a alguien que quieres pero no te vuelve loca, tampoco lo es dejar tu profesión y empezar de cero. Cambiar de ciudad o de casa es también duro y cansado.

Sin embargo, lo que a mí me ha resultado siempre más difícil es aprender a disfrutar cuando encuentro lo que he estado buscando y es aquí donde entra en juego el amor:

Hay que enamorarse perdidamente de lo que tenemos y disfrutarlo en cada momento de la vida.

Disfruta de lo que tienes y de lo que has conseguido. Y esfuérzate por mejorarlo y cambia lo que no te guste pero disfruta de esa sensación de estar enamorada de lo que eres y lo que te rodea y te hace feliz.

Yo estoy súper in love with ver jugar a mi gatos, un brócoli cuando es muy bonito y tiene tonos morados, una fresa completamente perfecta ¡ay! Lo del amor profundo por mi trabajo, mi pareja, mi gente y el estilo de vida que he elegido ya lo sabéis pero no me canso de gritarlo a los cuatro vientos.

En mis sesiones de coaching, trabajamos muchas cosas pero siempre damos vital importancia al enamorarse de la alimentación que escogemos, disfrutar de cada comida y, sobre todo, enamorarnos perdidamente de nosotras mismas.

La clave es engancharte a la sensación de estar cada día al 100 % y darlo todo.

La única manera de poder enamorarse de los demás es elegir en cada momento lo mejor para nosotros, es la herramienta perfecta para subir la autoestima y la que nos hace aceptarnos y querer a los demás tal y como son, desde la total libertad.

Si no trabajamos en nuestra relación con nosotros mismo, es más que probable que recurramos a la comida para compensar esa falta de amor. Solemos recurrir, además, a alimentos que nos hacen sentir «bien» rápidamente pero durante muy poco tiempo: dulces, bollos, hamburguesas, perritos, patatas fritas… y justo después de comerlos sacamos el látigo y nos castigamos por hacerlo; quitándonos así aún más amor propio y consiguiendo que la pescadilla siga mordiendose la cola forma de ¿para que me lo habré comido? me va a sentar fatal, me voy a poner gorda como un trullo, me siento super pesada

Es importante preguntarnos de verdad para qué hacemos lo que hacemos y qué emoción hay detrás de cada acción: ansiedad, aburrimiento, falta de amor…

Al sentir hambre con urgencia podemos visualizarnos comiéndonos una pera, si no nos apetece es bastante probable que los que tengamos no sea hambre sino solo alguna emoción que queramos silenciar.

Cocina tu cambio de la manera que quieras pero que esa manera te enamore perdidamente de ti y de los alimentos que comes. Yo tardé un poco en enamorarme de mí pero cuando empecé a hacerlo conseguí enamorarme de verdad de las cosas que hoy llenan mi vida: llevo 6 años en Madrid, ciudad que adoro; 6 años con él hombre de mi vida; 4 años en mi hogar y 3 años cocinando mi cambio y ayudando a otra mucha gente a cocinar el suyo.

Y sigo profundamente enamorada.

¡Feliz día del amor hacia ti mismo!

4 Comentarios en “AMOR AL CAMBIO

  1. Hola Lucia,
    Gracias por esas bonitas palabras de animo y de empuje, yo sigo cocinando mi cambio, cambie de ciudad (ahora estoy en Madrid) y ahora cambio radical de trabajo (aunque aun no se que camino seguir) pero es cierto si te quedas en una zona de confort solo por no moverte, algún día te arrepentirás de no haberlo intentado.
    un besazo y sigamos apostando por ese cambio, ( ver que si se puede me hace sentir animada) 😉
    Bea

Publicar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Avísame de las respuestas a mi comentario de esta receta por correo electrónico.