5 ideas de rebozados sanos, crujientes y sin gluten, que puedes hacer en casa

Aprende a rebozar de forma saludable y deliciosa.

El otro día me comentaba Bruna de mi equipo que por qué no hacíamos una recopilación de ideas de rebozados saludables, ya que muchas personas estaban preguntando esto y así la podían tener siempre a mano.

Y pensé que ahora que se acerca el veranito, que empieza la época de los chiringuitos y de comer pescadito frito, es el mejor momento para hacerlo. Porque, además de que lo fríen en aceites de muy mala calidad, el rebozado que utilizan está hecho con harinas refinadas.

Y lo mismo pasa con los alimentos empanados, a los que encima se les pone también pan rallado, que no es otra cosa que pan duro molido (hecho con harinas refinadas de trigo), y al que, si te fijas en los ingredientes, a veces se le añade azúcar, aceites vegetales refinados, aditivos… 

Este es el motivo por el que cuando queremos comer sano y cuidar de nuestra salud, renunciamos a los rebozados o empanados. Lo que pasa es que con lo crujientes y ricos que quedan los alimentos cocinados de esta forma, hace que sea difícil resistirse, pero ¿por qué habría que hacerlo? 

Como siempre te digo, para mí el sabor y la salud tienen que ir de la mano, no hay que prescindir de nada, solo hay que buscar alternativas más saludables, pero igual de deliciosas.

Y esto es lo que yo te voy a enseñar en este artículo: 5 ideas de rebozados sanos y nutritivos, pero con esa textura crujiente que tanto nos gusta. Además todas las opciones son sin gluten, por si te sienta mal como a mí, o eres una persona celíaca.

Así, aunque cuando comas fuera, elijas mejor otras formas más saludables de cocinar los alimentos, como sería a la plancha, en casa sí que podrás disfrutar de tus pescados, carnes, verdura… rebozadas.

Prueba estos 5 tipos de rebozados saludables.

Aunque hay más opciones, yo te voy a dar las 5 que más utilizo, las que mejores resultados me dan y las que les digo a mis alumnas de Método S.A.N.O.

Te animo a que las pruebes todas y las combines con diferentes alimentos. 

Eso sí, yo desde hace un tiempo, tengo un claro rebozado favorito y en mi casa siempre triunfa. Vamos a verlos todos y te cuento cuál es.

• Semillas de sésamo, de lino, de girasol… Puedes usar solo una de ellas o hacer un mix con varias. Quedan supercrujientes y es un tipo de rebozado muy nutritivo.
• Harina de garbanzos, que es de las más usadas y da muy buenos resultados. 
• Harina de almendras, que la puedes comprar o hacerla tú misma triturando almendras naturales peladas hasta conseguir textura de harina. Tiene un sabor más suave que la de garbanzos.
• Copos de maíz, los trituras un poco y consigues una textura muy crujiente. Fíjate en que no llevan azúcar y que sean certificados sin gluten si eres una persona celíaca. Sin son ecológicos, mejor que mejor.
• Crunchy de yuca, lo he probado hace poquito, pero me ha flipado. Es simplemente yuca rallada pero queda un rebozado muy crujiente. Lo compro ya hecho en Naturitas, haz clic aquí para verlo.

Y ahora te voy a decir mi rebozado estrella que es…

El de harina de almendras, pero añadiéndole cebolla o ajo en polvo y levadura nutricional. Está que te mueres de bueno.

Yo le pongo esas especias, pero tú puedes ponerle las que más te gusten, ya que como te decía antes la harina de almendras tiene un sabor más suave, le das un toque más sabroso y diferente.

Cómo hago yo los rebozados para que me queden perfectos: diferencias entre rebozar, empanar y enharinar.

Aunque el objetivo final es el mismo: conseguir alimentos jugosos por dentro y crujientes por fuera, y a la hora de hablar se suele englobar todo como rebozar (de ahí el nombre del artículo), tienes que tener en cuenta que rebozar, empanar y enharinar son cosas diferentes. 

Se diferencian en la forma en la que se realizan. Te explico.

Enharinar consiste en cubrir el alimento de harina y después cocinarlo (lo normal es freírlo, pero luego veremos que hay otras formas de hacerlo para que sean más saludables). 

Por otro lado, para rebozar un alimento también lo tienes que cubrir de harina, pero cuando esté bien cubierto, se pasa por huevo batido. 

En el caso del empanado, sería lo mismo, pero después del huevo, lo pasas también por pan rallado.

¿Cómo lo hago yo?

Hago una mezcla.

Porque en nuestro caso no vamos a usar pan rallado y, además de la harina, te he dado otras opciones, como son las semillas o los copos de maíz.

Y tampoco vamos a freír los alimentos después. 

Entonces, te voy a decir cuál es la forma con la que consigo mejores resultados teniendo en cuenta esto:

1. Pasar primero el alimento que sea (pescado, carne, unas croquetas…) por huevo bien batido. 
2. Y después cubrirlo con el rebozado que hayas elegido (harina de garbanzos, harina de almendras, copos de maíz…). 

Como ves, sería algo así como empanar, porque utilizo huevo, pero en lugar de poner primero harina, luego huevo y luego pan rallado, me salto el primer paso y en vez de pan rallado utilizo algunas de las 5 opciones que te he dejado arriba. 

Lo hago así porque con el huevo queda más fijado el rebozado y me gusta más.

Pero si no puedes tomar huevo, no pasa nada, simplemente no se lo pongas y “enharinalo” (lo pongo entre comillas porque como sabes, tienes más opciones además de harina).

De hecho, yo hay muchas veces que lo hago así por ser ir más rápida y también quedan deliciosos.

Hay otras opciones más saludables.

Para mí la verdad es que freír no merece la pena, porque como te digo es para hacerlo una vez al año y se desperdicia muchísimo aceite.

Hay otras alternativas mucho más sanas de cocinar los rebozados y con las que quedan igual de ricos: 

• Al horno a 180º con calor arriba y abajo. La temperatura variará en función al alimento que hayas rebozado, pero más o menos unos 15 están listos. Ve mirándolos siempre para conseguir que queden crujientes, pero que no se te quemen. Y dales la vuelta a mitad del tiempo. 
• Si tienes tienes Airfryer también puedes usarla.
• O vuelta y vuelta en la sartén con unas gotitas de aceite de oliva virgen extra. Esta es la forma más rápida y también quedan muy bien, aunque menos crujientes que en el horno.

¿Estás deseando probar estos rebozados saludables? Con estos alimentos los puedes utilizar.

Estoy segura de que estás deseando ponerte manos a la obra y probar todas las opciones de rebozados que te he enseñado.

Van fenomenal con pescados. 

A mí me gustan mucho con sardinas o con boquerones, porque en un momento los tienes listos y con el rebozado le das un toque diferente. 

Las semillas las uso mucho para el salmón o el bacalao. En vez de hacerlos vuelta y vuelta en la sartén o al horno y ya, le pones un rebozado de semillas de sésamo o de lo que quieras, y tiene una textura crujiente muy rica. 

Y los copos de maíz me encantan para hacer nuggets. Yo los hago de merluza y a mi hija Olivia le flipan. 

Aquí tienes tienes la receta por si quieres verla.

También puedes hacerlos de pollo o cortar pechugas de pollo en trocitos y rebozarlas con los copos de maíz o con mi rebozado favorito (harina de almendras, levadura nutricional, ajo en polvo…). 

En casa van a triunfar. 

Espero que los disfrutes mucho y que me cuentes qué tal. Déjame en comentarios cuál es tu rebozado favorito.