Ensalada de fresas con vinagreta de frambuesa
El calor ha entrado por la puerta grande y cuesta muchísimo hacer cualquier cosa. No solo por las altas temperaturas (que todo lo pausan, todo lo ralentizan) sino porque estamos todos pensando en playa y baños y así, sed sinceros, ser productivos cuesta la misma vida.
La estampa en mi casa es la siguiente: mis gatos y yo todo el día debajo del ventilador (para colmo el aire no funciona) viéndolas venir. Nunca en nuestra historia nos habíamos parecido tanto.
Así que si nos apetece poquísimo hacer cosas con este calor, imagina hacerlas en la cocina. Encender fuegos, horno y demás no es una opción y aunque tengo miles de recetas que probar y elaboraciones pendientes, me he rendido a la evidencia de que esta no es mi semana y estoy acudiendo a comidas muy muy ligeras y más rápidas que hacer que nunca.
Para mí es un reto al que nunca digo que no, ya sabéis: ¿qué puede estar muy rico y la vez ser ultrarápido de preparar? Os juro que hasta me pongo un cronómetro para ir calculando y ver si tengo razón 🙂
En esta ocasión he tirado de fresas, a punto de acabarse pero que te traigo en una receta que podrás adaptar (ya lo sabes) a otras frutas o utilizar prescindiendo de ellas.
Si aún llegas a las fresas, recuerda que tienes que comprarlas siempre ecológicas, ya que normalmente están tratadas con muchísimos pesticidas y es imposible pelarlas. Sin duda es una de las frutas más contaminadas.
¡Vamos con la receta! Sé que te va a encantar y sé, que cuando hayas tardado tres minutos en tener una rica cena lista pensarás que la vida (aun con este calor) es un poco más fácil y que no hace falta complicársela para querer lamer el plato 😉